Nací como todos nacemos, desnudo. Hijo único hasta la llegada de mi compañero de viaje durante largo tiempo, yo no lo conocía pero estoy seguro que él a mí sí, estoy seguro que me escuchaba decirle “pececito”, que me escuchaba deletrear con mi mamá, que él supo antes que yo quién soy. No recuerdo la primera vez que lo miré, pero se convirtió en mi cómplice, en mi amigo y mi hermano. ¿Lo demás?, lo que a todos: escuela, amores, besos debajo de las mesas en el kínder, viajes, risas, llanto, noches oscuras, dormir con la lámpara prendida en la noche, Reyes magos, familia, miedo a los perros,  y música.

Yo quería ser ingeniero, no sé si sabía de lo que se trataba en aquellos días, pero yo quería ser ingeniero, como él futbolista. Ese fortuito fracaso en los primeros sueños me llevó a soñar con un camino menos claro pero emocionante. He vivido como he querido y por eso he aprendido. La música ha sido esencial en lo que hago más no es todo lo que soy, por ella he descubierto caminos, amigos, dolor, enfermedad, riqueza, He vivido solo, con mi familia, con amigos, he vivido. Soy lo que cada uno de ellos ha aportado a mí, más lo que he aprendido a cada paso.

Convencido de que adquirir conocimientos es aún más importante que acumular estudios, estuve en la Facultad de música de la UV, en la escuela Fermatta en México DF, y casi toda una vida en la OSIJ, ahora como docente, trompetista, erreglista, director, compositor, productor, jaranero, guitarrista, músico. ¿Quién soy?, eso depende de quién pregunta. Hace 3 años comencé la aventura con mi primer compañero de viaje, subido en la batea de una camioneta de un vendedor de cocos, así empezó Bolina sin Parné, así empezó esta travesía, ¿Lo demás de mi vida?, si te acercas a preguntar con gusto podemos platicar.