
De donde comienza el Tiempo de la Guayaba.
El Tiempo de la Guayaba es anterior a cualquiera de nosotros. Es un tiempo insondable y misterioso desde donde todo lo que hoy existe y existirá se preparó para que justo el día de hoy exista, aunque no lo veamos, aunque no lo hayamos visto, y aunque no lo logremos ver. Tal como no podemos ver la fruta que comeremos el próximo año, pero que está germinándose como una idea, aún parte del árbol, quizá todavía sin ser semilla, y que para probarla sólo hay que caminar el tiempo preciso, en la dirección precisa e insospechada, para que cualquier día de estos caiga sin nosotros haber hecho nada.
Esto lo aprendimos de la sabiduría salvaje de nuestros bisabuelos: Antonino Márquez y su Masita, la bisabuela Senovia. Aquí les contamos parte de la historia de estos humanos mágicos, pobres y felices:
"Muchos años antes de morir Antonino, hablaron francos, claros y sin rodeos, como sol que pega entre el maizal al medio día. Hablaron que ya se estaban haciendo viejos y que en cualquier momento alguno iba a morir, y como no le querían dejar problemas al que se quedara hasta lo último, debatieron acerca del tamaño que debía tener el cajón de madera para enterrar a alguno de los dos. “Si hacemos la caja para ti y yo me muero antes, no voy a caber Antonino” le dijo Senovia, pues ella era alta y robusta, además que siempre se jactaba de su color de piel claro y su pelo cano gracias a su ascendencia española. Por el contrario, Antonino era bajito, moreno y de un pelo negro que nadie le vió encanecer, y entonces él así, se jactaba de su linaje indígena. Senovia repetía constantemente al no poder competir con tal característica envidiable: “Cuando el indio encanece el de razón ya no aparece”. Hicieron el cajón al tamaño entonces, de Senovia. Pasaron los años y ninguno de los dos se moría. Lo dejaron como centro de mesa dentro de su casa de piso de tierra, cubierto con un mantel tejido por ella, como un secreto escondido a la vista. Muchos años después Antonino se fue primero. Una media tarde, Senovia le contó a su nieta Rosario que Antonino había ido a visitarla, que entró por la puerta con su bastón y le dijo que se preparara, porque ya venía por ella. Rosario le daba ánimos, pero antes de que continuara, la interrumpió y le dijo: “Esto te lo cuento a ti nadamás hijita, porque tu si me crees, los demás van a decir que lo soñé o que estoy loca”.


Senovia en su patio.
Paseo de Bolina por el campo.
Tiempo de la Guayaba es un viaje de música del norte al sur de América exaltado por el amor, el intento y la sabiduría salvaje de los campos de Veracruz, legada por los abuelos.
Con el Tiempo de la Guayaba afirmamos nuestro proceso creativo, abriendo el panorama dentro de la canción, la cuál busca su propia suerte entre los sonidos y tradiciones musicales de todo el mundo. A partir de este disco nos ubicamos como banda en el género del latinfolk, haciendo mano de la tradición folclórica mexicana, de la música latina y caribeña, así como el jazz, el blues y el ska two tone. Es un EP de 6 tracks grabado en estudio, siendo peculiar su grabación en multitrack en vivo, con la finalidad de obtener la energía de la banda tal cual como sonaría en una presentación en directo.
Documental de la Guayaba.
Después de más de un mes de ensayos en grupo y por secciones, nos metimos al estudio para grabar nuestro álbum en 4 días. Entre nerviosismo, fallos, correcciones atinadas, bromas y diversión, logramos nuestro disco

Letras y diseños.